Encuesta sobre republicanismo y regeneración democrática

Después de 40 años de dictadura franco-falangista y de más de 30 de monarquía semidemocrática, el republicanismo, lejos de ser una cuestión política accesoria, es clave de la completa normalización de una auténtica democracia, siendo al mismo tiempo el cauce de confluencia de las sucesivas generaciones de demócratas sinceros.

Para reflexionar sobre la legitimidad pendiente del régimen juancarlista y sobre las limitaciones antidemocráticas de la Constitución de 1978 queremos convocar un Foro por la III República, en el que se debatirán las condiciones para iniciar un verdadero proceso de regeneración democrática en el Estado.
Creemos que este proceso particular se debe encuadrar en el marco histórico general, en el que cada vez se hace más evidente la contradicción entre la democratización de las sociedades humanas y las profundas desigualdades que acompañan a la expansión global del capitalismo.
Tampoco podemos desvincularlo de la crítica a los efectos perversos que está produciendo la acumulación capitalista: crisis agroalimentaria, desarrollismo antiecológico y guerra como efecto lógico del capitalismo. Todo ello con las secuelas de dominación imperialista y de conversión del sistema en un mafiocapitalismo cada vez más evidente.

Sin perder de vista estas problemáticas de fondo, estimamos que el Foro por la III República podría abordar los siguientes temas, a desarrollar en las correspondientes mesas de trabajo. Naturalmente, esta propuesta está abierta a las distintas aportaciones que se quieran incorporar.

1) El grado de universalización de los Derechos Humanos en sus tres vertientes, políticos, económicos y medioambientales, para medir hasta qué punto se ha podido –y se podrá en el futuro- profundizar el impulso de democratización radical, con especial hincapié en la liberación igualitaria dentro de la tradición de las revoluciones americana y francesa.

2) El pacifismo republicano, el derecho internacional y las políticas de paz mundial, frente al orden imperial capitalista.

3) La autodeterminación democrática como principio de descentralización del poder frente a los centralismos coercitivos, con el planteamiento de los límites del soberanismo estatal mediante la introducción del principio federal o confederal.

4) El movimiento de recuperación de la memoria histórica, los problemas de legitimación del régimen juancarlista y los límites antidemocráticos de la Constitución de 1978.

5) La persistencia de la oligarquía de origen franquista y de su mentalidad nacional-católica, frente a la necesidad de recuperar la cultura republicana racionalista y laica, centrada en la potenciación de la ciudadanía democráticamente activa.
Con este motivo nos dirigimos a usted para recabar su opinión, rogándole conteste, en los términos que estime oportunos, una breve encuesta con las siguientes preguntas:

1. Habida cuenta de la importancia que tiene un foro de reflexión sobre estos temas para la activación de la conciencia democrática de la ciudadanía y la normalización política del país, ¿le parece pertinente plantear un debate sobre estas cuestiones y estaría dispuesta/o a participar en el mismo con sus opiniones o aportando alguna ponencia? ¿Añadiría algún otro tema relacionado con el proceso de democratización fundamental?

2. Supuesto el déficit de legitimidad originaria del régimen juancarlista, no sólo por proceder de la legalidad franquista, sino porque nunca se ha hecho una consulta democrática a la ciudadanía sobre la forma del Estado, ¿no le parece que ha llegado el momento de que se consulte al pueblo, a través de un referéndum constituyente, qué forma de Estado –republicana o monárquica- deseamos otorgarnos?

3. Partiendo de la opresión militar ejercida por el franquismo sobre las comunidades nacionales del Estado y habida cuenta de que en la vigente Constitución de 1978 se sigue encomendando al ejército el control de la unidad del mismo, cerrando así el paso a cualquier salida democrática a conflictos como el País Vasco, ¿no cree que ha llegado el momento de que los ciudadanos de las comunidades nacionales decidan, en referéndum vinculante, la forma política de relación que quieren establecer con el Estado central: independencia, confederación, federación o unitarismo?

4. Durante la dictadura el nacional-catolicismo fue el principal fundamento ideológico de la “España eterna”, persiguiéndose cualquier otro sistema de creencias. ¿No le parece que ya ha llegado el momento de aplicar sin titubeos los criterios democráticos del laicismo, situando la religión en el marco de lo privado, eliminando drásticamente todo tipo de trato de favor a la Iglesia Católica y dando desde el punto de vista institucional un trato igualitario a las distintas creencias?